En el marco de la Feria Internacional de Libro de Panamá, en su primera edición virtual, la Editorial Tecnológica de la Universidad Tecnológica de Panamá realizó el Conversatorio sobre la obra “Remón, ni millones, ni limosnas. Queremos justicia”, ensayo sobre la vida del expresidente de la República, José Antonio Remón Cantera.

En el conversatorio participaron Marisín González, autora; Arístides Royo, Ministro para Asuntos del Canal de Panamá; Álvaro Menéndez Franco y Gonzalo Menéndez González, este último como moderador.

La obra “Ni millones, ni limosnas … queremos justicia,” es un principio rector que dista de un trivial slogan partidista.  Con estas seis simples palabras que permanecen esculpidas en mármol a la entrada del Palacio Legislativo, José Antonio Remón Cantera nos invita a reflexionar; a ganar conciencia de varias cosas, entre ellas no solamente del prodigio que es esta tierra en que hemos nacido y vivimos, sino que somos el único lugar en la historia en que las aguas de un río (nuestro Chagres) que de manera natural desembocará en el Atlántico, fueron estancadas, detenida su corriente, bifurcadas sus aguas y llevadas a desembocar en ambos océanos, Atlántico y Pacífico. Sólo puede exigir justicia quien tiene conciencia de que el Canal de Panamá es la mayor arbitrariedad que el ser humano se haya jamás tomado con la naturaleza.    

Para la autora, Marisin González, la obra surge de cuando cursaba estudios en la Universidad de Pittsburgh, “cayó en mis manos la obra de Larry Pippin LaRae, titulada “La Era de Remón,” un análisis de hechos ocurridos en Panamá durante toda una década (1947-1957.)  El magnicidio de José Antonio Remón Cantera era el gran tema de discusión del momento y la Universidad de Stanford, California lo había enviado a Panamá a recopilar datos directos  para luego exponerlos al público.  Me ocupaban por entonces mis estudios. Además, poco, o casi nada sabía de nuestro vigésimo noveno Presidente, y mucho menos de lo que podría pensar acerca de todo ello, pero recuerdo que sentí vergüenza por conocer tan poco de mi tierra; por no tener  una firme actitud al respecto.  Y tal vez, quién sabe, desde entonces me propuse, subconscientemente, ahondar en ello tan pronto me fuera posible”, puntualizó la autora.

IDG