Sala de Prensa
La Acreditación Universitaria no es una moda: es una necesidad
Las universidades panameñas, oficiales y privadas, se avocan en este momento a un proceso de autoevaluación y evaluación externa con miras a lograr la acreditación de sus programas o sus propias instituciones, procesos que están regulados por la Ley 30 del 20 de julio de 2006.
Con la creación del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Panamá (CONEAUPA), cuyo propósito fundamental es fomentar en las universidades de Panamá, una cultura de evaluación orientada al mejoramiento de la calidad, eficiencia y pertinencia de carreras, programas e instituciones, para responder a las demandas de la sociedad y de un entorno cambiante y competitivo, se establecen los estándares de calidad y los procesos de autoevaluación universitaria.
Por la importancia de este tema, los estudiantes de la Maestría en Docencia Superior con Especialización en Didáctica y Tecnología Educativa, que dicta la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), bajo la asesoría de la Profesora Carmen Luna, organizaron un Conversatorio sobre “Avances de Evaluación y Acreditación Universitaria Nacional y Regional”, el 1 de marzo en la UTP.
El propósito de este evento académico fue el de enriquecer a los participantes con ideas, conocimientos y experiencias de los expositores y por ello se invitó al Dr. Humberto Álvarez, Director Ejecutivo de la Agencia Centroamericana de Acreditación de Programas de Arquitectura y de Ingeniería (ACAAI); Dra. Mariana de Mcpherson, Secretaria Ejecutiva del CONEAUPA; Dra. Delva Batista, Directora de Planificación de la UTP y la Dra. Noemí Castillo, Rectora Corporativa de la Red de Universidades Privadas “Laureate International Universities” .
El Dr. Álvarez, señaló que hasta el momento se han acreditado 15 programas en ACAAI, a nivel Centroamericano y que en Panamá, la UTP es la primera universidad que ha iniciado su proceso de acreditación.
Por otro lado, aseguró que todo ingeniero centroamericano debe poseer conocimientos fundamentales en formulación y análisis de problemas, en investigación, diseño de soluciones creativas a problemas complejos; trabajo individual y en equipo; buenos niveles de comunicación y entre otros, responsabilidad profesional, social y ética.
Para la Dra. de Mcpherson, muchas de las universidades panameñas ya empezaron a trabajar en este proceso, pero muchas otras todavía no se han preocupado por involucrarse. Explicó que para que las universidades puedan acreditar sus programas deben cumplir con algunos parámetros que se miden cuantitativa y cualitativamente a saber: docencia, investigación, extensión y gestión. “Se avecinan compromisos y responsabilidades más serios para las universidades en materia de calidad y tienen que estar preparadas para enfrentarlos”, dijo la Dra. Mcpherson.
Noemí Castillo enfatizó que la mayoría de las universidades privadas no cuentan con profesores a tiempo completo, ni personal dedicado a la investigación. Las actividades de extensión no se llevan de la misma manera que en las universidades oficiales, ya que éstas últimas le dedican más recursos, y por el tamaño de sus infraestructuras. Pero, destacó que una fortaleza que tienen las universidades privadas es el cuerpo docente que cada día debe cumplir con más requisitos para poder dictar un curso.
Luego de compartir sus presentaciones e ideas, los panelistas atendieron dudas y preguntas de parte de los participantes. Un detalle interesante en este conversatorio fue la manera magistral en que los tres expositores reforzaron con entusiasmo y desprendimiento cada uno de los planteamientos de sus colegas.
LL